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Diseño Conductual (Behavioural Design): Cómo los Sesgos Cognitivos Moldean Nuestras Decisiones

El diseño conductual o behavioural design se basa en el uso de principios de la psicología y el comportamiento humano para crear experiencias y productos que influyan en la toma de decisiones. Uno de los elementos clave en este enfoque es la identificación y comprensión de los sesgos cognitivos, atajos mentales que las personas utilizan para simplificar la toma de decisiones, pero que a menudo resultan en juicios erróneos.

En este post, exploraremos algunos de los principales sesgos cognitivos y cómo pueden aplicarse estratégicamente en el diseño de productos y servicios para influir en el comportamiento del usuario.

1. Efecto de Anclaje

El efecto de anclaje ocurre cuando las personas dependen demasiado de la primera información que reciben (el “ancla”) para tomar decisiones. En diseño, esto se puede utilizar al presentar primero opciones con precios más altos, lo que hace que las opciones posteriores parezcan más asequibles. Amazon y otras plataformas de comercio electrónico suelen usar este efecto al mostrar productos con descuentos sustanciales comparados con un precio inicial elevado.

2. Sesgo de Confirmación

El sesgo de confirmación nos lleva a buscar, interpretar y recordar información que confirme nuestras creencias preexistentes. En diseño conductual, esto se puede aprovechar para personalizar experiencias. Por ejemplo, plataformas de redes sociales como Facebook utilizan algoritmos que muestran contenido que confirma las creencias del usuario, manteniéndolos más comprometidos.

3. Efecto de la Escasez

Las personas valoran más aquello que parece escaso o limitado. Este es el fundamento del efecto de la escasez. En diseño conductual, es común ver esto en sitios de venta en línea donde se destacan frases como “¡Últimas unidades disponibles!” o “Oferta por tiempo limitado”. Esta estrategia aprovecha el temor de los usuarios a perderse algo valioso, impulsando decisiones rápidas de compra.

4. Aversión a la Pérdida

El principio de aversión a la pérdida sugiere que el dolor de perder algo es psicológicamente más potente que la satisfacción de ganar lo mismo. Este sesgo puede utilizarse para motivar a las personas a actuar rápidamente para evitar pérdidas. Por ejemplo, los programas de fidelización pueden advertir a los usuarios cuando sus puntos de recompensa están a punto de expirar, motivándolos a realizar una compra para no perder esos beneficios.

5. Efecto de Framing

La forma en que se presenta la información puede tener un gran impacto en las decisiones. El efecto de framing se refiere a cómo las personas responden de manera diferente según si algo se enmarca en términos positivos o negativos. Un buen ejemplo es cuando las compañías de seguros presentan sus planes enfatizando la cantidad de dinero que se “ahorrará” en lugar de cuánto costará.

6. Sesgo de Disponibilidad

El sesgo de disponibilidad se refiere a nuestra tendencia a sobrestimar la probabilidad de eventos que podemos recordar fácilmente. En el diseño conductual, este sesgo puede explotarse mostrando testimonios de usuarios o casos de éxito prominentes que generen confianza en la mente del consumidor, haciendo que perciban los beneficios de un producto como más probables.

7. Efecto de la Bandwagon (Carro de la Victoria)

Las personas tienden a hacer lo que creen que los demás están haciendo, una tendencia conocida como el efecto de la bandwagon. Esto es comúnmente utilizado en redes sociales o en sitios de reseñas donde las empresas muestran cuántas personas han comprado un producto o dejado una valoración positiva. La presión social que esto genera puede llevar a los usuarios a seguir la tendencia.

8. Efecto de la Familiaridad

El efecto de la familiaridad (o efecto de mera exposición) sugiere que cuanto más familiar es algo para nosotros, más probable es que lo prefiramos. Las marcas suelen utilizar este sesgo en el diseño de sus productos y campañas, repitiendo mensajes y elementos visuales con el fin de que los consumidores se sientan cómodos y confiados.

El behavioural design nos muestra que las decisiones humanas no siempre son racionales, sino que están profundamente influenciadas por nuestros sesgos cognitivos. Al aplicar estos principios, los diseñadores pueden influir en las elecciones de los usuarios de manera ética y eficaz. Desde el anclaje hasta la aversión a la pérdida, el conocimiento de estos sesgos permite a las empresas optimizar sus productos y servicios, mejorando la experiencia del usuario y aumentando las conversiones.

Con una mejor comprensión del comportamiento humano, podemos crear experiencias que no solo beneficien a los usuarios, sino que también conduzcan a resultados comerciales más efectivos.

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