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Por qué los certificados SSL no son tan seguros como parecen

Cuando navegas por internet, seguramente has notado un pequeño candado en la barra de direcciones de tu navegador. Esa señal, acompañada de las letras “HTTPS”, indica que el sitio web tiene un “protocolo seguro” en lugar de HTTP simple. Aunque HTTPS ofrece muchas mejoras de seguridad, no es una garantía de protección total. A continuación, exploramos cómo funciona y dónde podría no ser tan seguro como parece.

¿Qué es HTTPS?

HTTPS significa Hypertext Transfer Protocol Secure. En pocas palabras, es una versión cifrada de HTTP, el protocolo básico para transferir datos en la web. HTTPS cifra la conexión entre tu dispositivo y el servidor del sitio web, lo que impide que terceros intercepten y lean los datos en tránsito. Esto es especialmente importante cuando ingresas información confidencial, como contraseñas o datos de tarjetas de crédito.

¿Por qué HTTPS no es una garantía de seguridad?

Aunque HTTPS protege la transmisión de datos entre el navegador y el servidor, tiene algunas limitaciones:

  1. HTTPS no protege contra sitios maliciosos
    HTTPS solo cifra la conexión, no garantiza que el sitio al que te conectas sea legítimo. Muchos sitios fraudulentos utilizan HTTPS para parecer seguros, y los usuarios pueden confundirse y asumir que están en un sitio legítimo al ver el candado. La popularidad de HTTPS ha hecho que incluso los sitios de phishing usen este protocolo para engañar a las personas.
  2. HTTPS no evita el robo de datos en el servidor
    Aunque HTTPS protege los datos mientras están en tránsito, una vez que llegan al servidor, no están cifrados. Si el servidor es comprometido, los datos almacenados pueden ser robados. Los ataques contra servidores web son comunes y no se ven afectados por el hecho de que usen HTTPS.
  3. No protege contra malware ni redes Wi-Fi inseguras
    HTTPS no evita que se instale malware en un dispositivo, ni ofrece protección en redes Wi-Fi inseguras. Si el dispositivo está infectado con malware o está conectado a una red comprometida, los datos pueden ser interceptados incluso con una conexión HTTPS.
  4. Certificados SSL falsos o comprometidos
    HTTPS depende de certificados SSL/TLS para establecer una conexión segura. Sin embargo, los certificados también pueden ser comprometidos o emitidos por error a sitios maliciosos. En estos casos, el navegador puede mostrar el candado y HTTPS sin que la conexión sea realmente segura.

¿Cómo protegerte más allá de HTTPS?

Si bien HTTPS es un buen primer paso, no es una medida de seguridad completa. Aquí tienes algunos consejos adicionales:

  • Verifica la URL completa: Asegúrate de que estás en el sitio web correcto, no en una versión falsa que parezca legítima.
  • Usa software antivirus y antimalware: Esto ayudará a proteger tu dispositivo de posibles amenazas que HTTPS no cubre.
  • Desconfía de las redes públicas: Evita realizar transacciones importantes en redes Wi-Fi públicas, incluso si el sitio usa HTTPS.

En conclusión, HTTPS es una herramienta valiosa, pero no una garantía de seguridad total. Ser consciente de sus limitaciones y seguir prácticas de seguridad adicionales es esencial para una navegación realmente segura.

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