SEO

De Andy y Lucas a AI Overview: historia de una ruptura anunciada

Hubo una época en la que Google y el SEO eran inseparables.
Eran como Andy y Lucas en sus años dorados: dos chavales con una misión clara —conectar con el público— y una química que funcionaba.

Uno ponía la voz (Google), el otro la letra (los creadores de contenido).
Y entre ambos nació un modelo que revolucionó internet: tú escribías un artículo pensando en lo que la gente buscaba, Google lo encontraba, lo posicionaba y todos felices.
Un dueto perfecto.

Durante años, esa fórmula funcionó:

  • Los creadores afinaban sus textos con palabras clave y metadescripciones.
  • Google premiaba el contenido bien estructurado, rápido y confiable.
  • Y los clics eran la ovación del público.

Era la época dorada del SEO.
Cada nueva actualización del algoritmo (Panda, Penguin, Hummingbird…) era como un nuevo disco: cambiaban los matices, pero la banda seguía junta.
Había complicidad. Había hits.

Hasta que, como suele pasar con los dúos que duran demasiado, empezaron las diferencias creativas.


El principio de la ruptura

Google empezó a tener otras inquietudes.
Dejó de ser un buscador para convertirse en algo más: una fuente directa de respuestas.

Primero llegaron los featured snippets: pequeños fragmentos de texto que mostraban parte de tu contenido sin necesidad de que nadie entrara en tu web.
Luego las People also ask, los carruseles, los paneles de conocimiento…
Y así, poco a poco, Google fue cantando solo.

Los creadores seguían escribiendo con pasión, pero algo había cambiado: el público ya no aplaudía igual.
Los clics bajaban, las visitas caían, y los dashboards de Search Console empezaron a mostrar esas famosas “gráficas de cocodrilo”:
la línea morada de impresiones sube, la azul de clics se hunde.

Era la señal de que la pareja se había distanciado.


El punto sin retorno: AI Overview

Y entonces llegó AI Overview, la nueva etapa en solitario de Google.
Ya no se conforma con mostrar resultados: ahora resume, interpreta y responde directamente.

El usuario pregunta, la IA contesta, y muchas veces el contenido original ni aparece en escena.
Como si Andy subiera al escenario… pero sin Lucas.

La promesa de Google es clara: respuestas más rápidas, más útiles y más personalizadas.
Pero para los creadores, el mensaje es otro: ya no basta con posicionar, hay que ser fuente de entrenamiento.


El nuevo papel del SEO

El SEO no ha muerto.
Solo ha cambiado de público.

Antes se trabajaba para los ojos de los usuarios.
Ahora se trabaja para los modelos de inteligencia artificial que aprenden de cada artículo, cada guía y cada texto que publicamos.

El objetivo ya no es “salir primero” en una lista de resultados, sino ser parte del conocimiento que la IA considera fiable, útil y relevante.
El SEO sigue afinando, pero la canción ha cambiado:
ahora la escucha una IA que está aprendiendo a cantar con nuestra letra.

Por eso, los profesionales del SEO no desaparecen: se convierten en curadores de datos, entrenadores de modelos, estrategas de contenido estructurado y de contexto semántico.


El futuro del SEO no es volver a unirse con Google como antes.
Es aceptar que el público ya no está solo en la SERP, sino también dentro de los sistemas que generan las respuestas.

Y si los Andy y Lucas del contenido y la IA saben entenderse, aún les queda mucho escenario por delante.

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