Webdesign

AWS se cayó… y con ella tu banco, tus juegos y hasta tu altavoz Alexa

Lunes 20 de octubre de 2025.
A las 10:45 de la mañana en Europa (4:45 a. m. en la costa Este de Estados Unidos), algo empezó a fallar en la nube más grande del planeta.
Lo que al principio parecía una simple “intermitencia” en Amazon Web Services —la infraestructura que sostiene buena parte de Internet— terminó convirtiéndose en una de las caídas más disruptivas del año.

Durante casi cuatro horas, empresas, gobiernos, bancos, aplicaciones y hogares inteligentes sufrieron el mismo destino: el silencio digital.


Timeline del colapso de AWS (20 de octubre de 2025)

04:41 a. m. (ET) – Primeras alertas internas
Los sistemas de monitoreo de AWS detectan errores inusuales en la región US-EAST-1 (Virginia del Norte), la más grande y utilizada del mundo.
El fallo inicial se origina en DynamoDB (base de datos NoSQL) y en los balanceadores de carga internos (Network Load Balancers).
Los equipos técnicos hablan de “degradación intermitente” y abren un incidente de prioridad alta.


05:00 a. m. – Los primeros síntomas visibles
Aplicaciones alojadas en esa región comienzan a fallar:

  • Alexa deja de responder comandos en Estados Unidos.
  • Ring, el sistema de cámaras de Amazon, no muestra video en directo.
  • Fortnite empieza a registrar caídas de servidores.
  • Snapchat y Duolingo experimentan errores de conexión.

En cuestión de minutos, los reportes de usuarios se disparan en Downdetector y redes sociales bajo el hashtag #AWSdown.


05:25 a. m. – El fallo se extiende
Los sistemas de DNS internos fallan. Al perder la resolución de nombres, muchas aplicaciones no consiguen comunicarse con sus propios servicios.
Algunas webs redirigen a páginas de error, mientras que otras cargan parcialmente o muestran datos obsoletos.

Afectados confirmados en esta fase:

  • Microsoft 365 (problemas en autenticación y carga de correo).
  • Coinbase (errores en login y transacciones).
  • Venmo (pagos bloqueados temporalmente).
  • Lloyds Bank y Halifax (apps móviles fuera de servicio).
  • HM Revenue & Customs (portal tributario británico inaccesible).

06:00 a. m. – Pánico en la nube
AWS reconoce oficialmente la incidencia en su página de Service Health Dashboard:

“Estamos investigando tasas de error elevadas y latencias en múltiples servicios en la región US-EAST-1.”

Mientras tanto, varios medios internacionales publican titulares sobre una “caída global de Internet”.
El tráfico internacional redirigido a otras regiones empieza a saturar servidores secundarios.

El impacto se nota incluso en webs que no dependen directamente de AWS, pero usan servicios interconectados, como APIs, CDNs o herramientas de autenticación alojadas allí.


06:35 a. m. – Mitigación parcial
Los ingenieros de AWS aíslan el problema principal: un fallo en la replicación interna de datos en DynamoDB que genera timeouts en cascada.
Restablecen gradualmente el servicio.
Empresas como Amazon, Epic Games y Coinbase confirman que sus sistemas comienzan a recuperarse.

Sin embargo, algunos usuarios siguen viendo errores hasta una hora después, mientras las cachés DNS se actualizan.


07:45 a. m. – El servicio vuelve, el daño permanece
AWS declara la incidencia “mitigada”.
Pero el episodio deja una larga lista de consecuencias:

  • Miles de transacciones fallidas en plataformas financieras.
  • Cortes en sistemas domésticos inteligentes (Alexa, Ring, Sonos, etc.).
  • Pérdidas de sesión y errores de sincronización en redes sociales y juegos.
  • Empresas sin ventas online durante horas en sectores retail y SaaS.

Las víctimas del apagón digital

El patrón se repitió en todo el mundo: si una empresa dependía de AWS para almacenar, autenticar o distribuir datos, cayó o se ralentizó.
Entre las más afectadas:

CategoríaEmpresas / servicios afectados
Tecnología y entretenimientoAmazon.com, Twitch, Snapchat, Fortnite, Duolingo, Roblox, Zoom
Finanzas y pagosCoinbase, Venmo, Lloyds Bank, Bank of Scotland, Halifax
Servicios públicosHMRC (Reino Unido), portales locales de administración digital
Hogar y dispositivos IoTAlexa, Ring, sistemas de alarmas y altavoces inteligentes
Medios y ecommerceShopify, The Guardian, New York Post, varias plataformas de medios online

Una nube, demasiados dependientes

El apagón volvió a poner sobre la mesa una realidad incómoda:
gran parte de Internet depende de tres empresas —Amazon, Google y Microsoft— para seguir funcionando.

US-EAST-1, donde se originó el fallo, es una región tan estratégica que muchas compañías la usan como nodo principal, incluso si tienen redundancia en otras zonas.
Cuando cae, no solo se interrumpe el servicio: se corta la columna vertebral de la red global.

Expertos en ciberinfraestructura señalan que este tipo de incidentes son “inevitables” dada la escala actual de la nube, pero critican la falta de diversificación:

“Si el Louvre fue vulnerable por una sola entrada mal protegida, Internet lo es por concentrar sus datos en un puñado de centros de datos.”


Lecciones de un lunes negro

  1. La nube no es infalible. La abstracción tecnológica que prometía estabilidad total sigue dependiendo de cables, DNS y humanos.
  2. La redundancia debe ser real. Tener copias de seguridad en la misma región es inútil.
  3. Los servicios críticos deben diversificar proveedores. En banca, administración o salud, depender de un solo proveedor es una vulnerabilidad estructural.
  4. La comunicación importa. Muchas empresas afectadas tardaron horas en informar a sus usuarios, alimentando la sensación de caos.

Epílogo: el Louvre de los datos

En apenas cuatro horas, el mundo digital revivió su propio “robo del Louvre”:
un fallo en el corazón de la infraestructura más protegida del planeta dejó al descubierto lo frágil que sigue siendo nuestro ecosistema tecnológico.

Hoy no se robaron joyas, pero se perdió algo igual de valioso: la confianza ciega en la nube.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *